El próximo jueves 12 de abril a las 20:00 tendrá lugar el I Encuentro de Corales organizado por la Asociación «La Obrera» de Ponferrada.
La Asociación la Obrera se creó el 11 de marzo del año 1889 con un fin muy claro: la previsión social. Era una época en la que no existían lo que hoy llamamos políticas sociales, aparte de la beneficencia de los centros religiosos, de ahí que instituciones laicas como La Obrera surjan para dar respuesta a la falta de algo que ahora vemos tan elemental como un servicio médico.
El nombre primero con el que nació fue Sociedad de Socorros Mutuos La Unión Obrera (La Obrera) con unos altísimos porcentajes de afiliación (cerca del 30 % de la población activa; o sea, más de la 3º parte de las familias ponferradinas).
En los primeros años se confecciona el escudo donde, como distintivo de solidaridad, figuran dos manos entrelazadas delante de una rama de roble (símbolo de la fuerza) dentro de un cinto y su hebilla de orla con el nombre de la sociedad. En 1925 se establece la bandera azul, con el escudo bordado, el nombre y la corona real, lo mismo que el himno de La Obrera, con letra del maestro, y alcalde, Matías Pérez Colino y música del pianista de la Sociedad y ex director de la Banda Municipal de Música Julio Casasola.
La Unión Obrera se constituye para ayudar a los asociados y a sus familiares (excepto a las mujeres “de enfermedad de parto”) en caso de dolencia con asistencia facultativa, medicinas (sin restricciones) y una pensión diaria de 1 peseta (con limitación temporal a su percepción) siempre que lleven 3 años de socios y no padezcan de enfermedades crónicas ni “contraídas por sus vicios o de las que resulten por riña o desafío”; establecer una cooperativa de consumo, crear escuelas o cátedras y procurar el entretenimiento de todos sus integrantes.
En 1923 ya tenía un gran prestigio: Mantenía relaciones con otras Sociedades afines, con el Centro Berciano de Buenos Aires y otros similares de América; participaba en todas las campañas benéficas municipales y nacionales, en el gobierno local, según el Estatuto Municipal.
En 1938, después de discutir y decidir que los enfermos dejasen de percibir el socorro preceptivo hasta no llevar quince días dados de baja por el médico, debido al estado de cuentas, se recibe la orden “de la superioridad”, de suprimir el emblema de la sociedad (las manos enlazadas) y el nombre, e iniciales, de Unión Obrera, acordando la Junta general “que esta Sociedad lleve el nombre tal y como está en el Reglamento, que es `Sociedad de Socorros Mutuos de Ponferrada`”.
En 1945 se supera la cifra de 701 socios (490 de número), lo que lleva a la multiplicación de los gastos médico-farmacéuticos y que la Junta Directiva, consciente de “la enorme carestía de la vida”, solventa momentáneamente con el aumento de las cuotas de entrada de socios de número de un 25 % y subida del sueldo del médico. Al año siguiente ya se acercan al medio millar de afiliados de número, por lo que se decide restringir el ingreso de éstos sólo a los hijos de socios fallecidos, manteniéndose alrededor de esta cifra hasta 1994.
La bonanza económica, de todos modos, supone importantes mejoras para la Sociedad: Se comienza a publicar las memorias anuales para cada uno de los socios; entrega de regalos y juguetes a los niños y se sortean cartillas de ahorros entre ellos en el baile de Carnaval y Reyes; aumentan la cantidad de socorro de defunción, hay intento de establecer becas para estudiantes hijos de socios y se planifican otras obras de ampliación.
Con el paso del tiempo se han ido modificando los estatutos y perdiendo parte de los fines con los que se había creado al aparecer la Seguridad Social obligatoria. Aún así no hace relativamente mucho que el médico y la ayuda para los medicamentos ha desaparecido.
Es una de las muy pocas Sociedades de Socorros Mutuos que aún perduran y aguantan el paso de los tiempos gracias a los socios que la mantienen viva y con ganas de prosperar en todos los sentidos.
(Extracto sacado del libro “Historia de La Obrera de Ponferrada” de Miguel José García González, publicado por el mismo autor y La Obrera en el año 2004. I.S.B.N. 84-88635-46-X)
Las corales participantes en este I Encuentro son la Coral Solera Berciana, la Coral Voces del Bierzo y la Coral El Bierzo Canta.


